LA LUNA


Mares en la región oriental de la Luna. Mare Crisium, Mare Fecunditatis, Mare Tranquilitatis y Mare Serenitatis                                    
Al observar la Luna con unos prismáticos o un telescopio de aficionado, sus formaciones son apreciadas mejor en las regiones próximas al terminador, que es la línea curva entre la sombra y la luz que separa el día de la noche lunar; la línea del terminador no coincide con los meridianos lunares, aunque se aproxima a ellos.

Luna en Cuarto Creciente
El terminador del amanecer lunar se desplaza de este a oeste por la superficie de la Luna a 15 km/h abriendo su cara visible a la luz y a nuestra vista, completando su recorrido  en unos 14 días, con la Luna Llena. 

Mares en la región norte de la Luna Llena. Mare Imbrium con Sinus Iridum y Cráter Platón y sobre ellos Mare Frigoris. A la derecha Mare Serenitatis
El terminador del anochecer lunar se desplaza a continuación del mismo modo y a la misma velocidad, oscureciendo la superficie lunar hasta ocultárnosla por completo unos 14 días después con la Luna Nueva.  
        

Cada noche, la Luna tiene un aspecto diferente, de manera que, cada día lunar tiene un interés especial para los observadores, al mostrar regiones y formaciones diferentes, con  detalles que los cambiantes juegos de luces y sombras, y las diferencias de albedo hacen resaltar. A la izquierda vemos el cráter Copérnico con luna creciente, cuando las sombras ocultan el fondo del cráter y las regiones al oeste del mismo. Abajo vemos el mismo cráter unos días después y podemos apreciar sus terrazas y las eyecciones de material causadas por el impacto


La relación entre la cantidad de energía radiante que recibe y refleja la superficie de la Luna, se llama albedo, y su valor medio es 0.073, lo que le da ese aspecto grisáceo, pero a simple vista, la superficie lunar muestra diferencias de albedo, entre los mares y las tierras altas, que desde siempre se han conocido.

Con prismáticos, las diferencias de brillo resultan claramente observables en cráteres de formación reciente como el de Tycho Brahe o Aristarchus, donde los sistemas radiales de material esparcido tras el impacto pueden alcanzar miles de kilómetros, y resultan especialmente llamativos.


Cráter de Tycho Brahe. 

Cráteres de Aristarco y Herodoto
En las regiones próximas al terminador, el ángulo bajo de incidencia de la luz del Sol crea alargadas sombras con los detalles lunares elevados, y los realza, lo que resulta muy atractivo para los observadores, como advertimos en la foto de la izquierda, donde podemos ver la región NE de la luna con las cordilleras CaucasusApeninus y Alpes; en esta última vemos el Vallis Alpes, una singular fractura que corta la cordillera.  En el centro de la imagen advertimos Mons Pico, un macizo montañoso aislado cuya espectacular altura es delatada por la sombra  que se proyecta sobre el Mare Imbrium. De entre las sombras de los picos de los Alpes vemos destacar el de Mons Blanc



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