La tarde del lunes 9 de mayo, durante más de 7 horas, los observadores que dispongan de prismáticos o pequeños telescopios podrán observar sobre el disco solar la pequeña silueta del planeta Mercurio, un interesante evento astronómico que es visible en su totalidad desde Europa occidental.
Llamamos tránsito de un planeta interior a su paso aparente por delante del disco solar. Es un fenómeno poco frecuente que se produce cuando el planeta interior se encuentra en conjunción inferior a la vez que está pasando por uno de sus nodos orbitales. En este caso, el 9 de mayo, tenemos a Mercurio en conjunción inferior y cruzando el nodo descendente. Los tránsitos de Mercurio tienen lugar un promedio de 13 veces por siglo. El último tuvo lugar el 8 de noviembre de 2006 y no fue visible desde Donostia y el siguiente será el 11 de noviembre de 2019, aunque no será completamente visible desde nuestra ciudad.
La órbita de Mercurio está inclinada 7º respecto a la de la Tierra, de manera que el plano de la órbita de Mercurio corta el plano de la Eclíptica y conforma dos nodos en su órbita por donde el planeta pasa del sur al norte eclíptico por el nodo ascendente, en torno al 10 de noviembre, y del norte al sur por el nodo descendente, en torno al 8 de mayo.
La coincidencia en las fechas de los tránsitos en nuestra época está determinada por el hecho de que los planos orbitales de la Tierra y Mercurio se mantienen estables si tenemos en cuenta referencias sidéreas; y la pequeña diferencia de días se explica porque el año de nuestro calendario, el año civil, de 365 días no coincide con el año trópico de 365 días 5 horas 49 minutos.
Pero si contemplamos plazos de tiempo mucho mayores (siglos), a esta discreta diferencia se acumulan las motivadas por las variaciones orbitales que afectan a la posición del perihelio (precesión del perihelio de Mercurio), a la variación en la excentricidad, y a la variación secular de la longitud del nodo en la órbita. Y a esto hay que añadir las variaciones que también afectan a la órbita terrestre. Hace mil años, los tránsitos que ahora vemos en mayo y noviembre se producían en abril y octubre, y dentro de dos mil años se producirán en junio y diciembre.
La órbita de Mercurio está inclinada 7º respecto a la de la Tierra, de manera que el plano de la órbita de Mercurio corta el plano de la Eclíptica y conforma dos nodos en su órbita por donde el planeta pasa del sur al norte eclíptico por el nodo ascendente, en torno al 10 de noviembre, y del norte al sur por el nodo descendente, en torno al 8 de mayo.
La coincidencia en las fechas de los tránsitos en nuestra época está determinada por el hecho de que los planos orbitales de la Tierra y Mercurio se mantienen estables si tenemos en cuenta referencias sidéreas; y la pequeña diferencia de días se explica porque el año de nuestro calendario, el año civil, de 365 días no coincide con el año trópico de 365 días 5 horas 49 minutos.
Pero si contemplamos plazos de tiempo mucho mayores (siglos), a esta discreta diferencia se acumulan las motivadas por las variaciones orbitales que afectan a la posición del perihelio (precesión del perihelio de Mercurio), a la variación en la excentricidad, y a la variación secular de la longitud del nodo en la órbita. Y a esto hay que añadir las variaciones que también afectan a la órbita terrestre. Hace mil años, los tránsitos que ahora vemos en mayo y noviembre se producían en abril y octubre, y dentro de dos mil años se producirán en junio y diciembre.
TRÁNSITO DE MERCURIO.
Referencia Geocéntrica
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Día 9 de mayo de 2016 (TU)
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Contacto exterior en la inmersión
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11h 12m 23s | AP 83.2 grados
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Contacto interior en la inmersión
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11h 15m 38s | AP 83.5 grados
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AP y Separación en la mitad del Tránsito
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14h 57m 25s | AP 153.9 grados | Sep 318.5 seg
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Tamaño aparente del Sol
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31.7 minutos de arco
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Tamaño aparente de Mercurio
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12.1 segundos de arco
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Ascensión Recta de Mercurio
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3h 07m 59.498s
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Declinación de Mercurio
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+17 29' 52.58"
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Contacto interior en la emersión
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18h 38m 53s | AP 224.1 grados
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Contacto exterior en la emersión
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18h 42m 03s | AP 224.3 grados
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Tabla con los tiempos en TU para los instantes del tránsito referidos a una posición geocéntrica. Los tiempos para la referencia topocéntrica de Donostia/San Sebastián apenas se atrasan unos segundos en la inmersión y se adelantan en la emersión. Fuente JPL y OAN
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Los instantes más destacados en la observación del tránsito de un planeta interior, al igual que los de un eclipse de Sol, son los llamados contactos, y son cuatro; acontecen cuando los discos planetarios y el disco solar son tangentes, es decir, contactan, aparentemente, en un punto, aunque los momentos de los contactos exteriores y sobre todo en el caso de Mercurio, son difícilmente observables.
DATOS ORBITALES DE
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MERCURIO
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Semieje Mayor a
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0.387099 UA | 57.91 millones de km
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Excentricidad e
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0.20563
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Periodo Orbital P
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0.240844 años
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Movimiento Medio diario n
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4.092377º
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Velocidad Orbital
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47.873 km/s
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Periodo Sinódico Medio
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115.878 días
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Diámetro aparente
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Mínimo 4.5” | Máximo 13.0”
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Distancia a la Tierra
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Máxima 221.9 mill km | Mínima 77.3 mill km
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Fuente JPL
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La primera observación de un tránsito de Mercurio de la que se tiene noticia fue realizada el 7 de noviembre de 1631 por Pierre Gassendi (1592-1655). Los astrónomos de los siglos XVII y XVIII se aplicaron, a propuesta de Edmond Halley (1656-1742), en observar los tránsitos planetarios, especialmente los de Venus, para tratar de determinar la distancia al Sol siguiendo el método de Joseph-Nicolas Delisle (1688-1768).
¡¡¡ ATENCIÓN!!! NO MIRAR DIRECTAMENTE AL SOL SIN UTILIZAR FILTROS ADECUADOS
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